domingo, 28 de abril de 2013

Protocolo de conducta para la falta a los exámenes.

En caso de que sobrevenga algo inesperado que impida asistir a un examen, se aplicará el siguiente protocolo:

Si la causa sobreviene antes de haberse iniciado la jornada escolar es necesario que por el interesado o algún familiar se comunique al Centro el motivo

Si la causa sobreviene después de iniciada la jornada escolar, antes de salir, el alumno debe dejar constancia en Jefatura o en el seminario de los motivos de ello.

En los exámenes finales y de la 3ª  evaluación se será muy estricto con los justificantes. En principio, solo servirán los justificantes médicos


propuesta de solución de un texto. SOCIEDAD DE ESPÍAS




Sociedad de espías


      Esta es una sociedad de espías. Ciudadanos que vigilan porque, acaso, se sienten vigilados. Voyeurs aburridos que sólo viven a costa de la cotidianeidad de los otros. No hace falta más que poner la televisión, o encender la radio, o acercarse a un quiosco de periódicos el día en que salen a la venta las revistas semanales. Todo consiste en contarnos las intimidades de los demás. O en dar a la luz pública las propias.
      Les juro que no salgo de mi asombro. ¿Quiénes son todos esos personajillos de tres al cuarto que desmenuzan en público los más nimios acontecimientos de sus vidas? A veces, ni siquiera tan nimios. Oigo y veo a mujeres presumiendo del tamaño de sus pechos, negando o afirmando haber sido operadas, contando todas las sordideces posibles sobre su vida más íntima, hablando de la hombría o deshombría de sus pretendidos amantes, esparciendo a diestro y siniestro adjetivos sobre hombres con los que supuestamente han tenido relaciones. Oigo y veo a hombres comparando sus capacidades de seducción con otros, explayándose sobre las tersuras de las mujeres a las que conocen, presumiendo de su poderío. Claro que hay otras y otros que se lo montan de finos y románticos, y nos cuentan una semana el incomparable amor que viven con no sé quién, y a la siguiente la gran desilusión del incomparable amor que han vivido, y a la otra la nueva gran ilusión del incomparable amor que vuelven a vivir. Los hay y las hay que muestra una y otra vez a sus hijos mientras le limpian las caquitas, los columpian, les soportan las rabietas o los ayudan a soplar las tartas de cumpleaños.
            Y luego están los que hacen de intermediarios para que todos ésos y ésas nos cuenten lo que nos cuentan. Reporteros, periodistas y “comunicadores”, hincadores de dientes, vampiros de la estupidez, idolatradores de la banalidad más absurda, filósofos de la nada. Rosas, amarillos, verdes, irónicos, da igual. A veces los oyes hablar, y, por el entusiasmo y la verborrea que le echan, parece que en lugar de estar describiendo el traje que llevaba una menganita en una fiesta o el nuevo romance de dos a los que casi no conocen ni en su casa, estén describiendo el hallazgo de la vacuna contra el cáncer o la solución definitiva a los problemas del Tercer Mundo.
             Y en la cima de la pirámide, todos los demás. Los millones de pares de ojos que, según parece, ya no pueden vivir sin tanta zafiedad y ridiculez. Los que quisieran tener en sus casas toda la clase de artilugios para vigilar la vida de sus vecinos. Los espías. Que, que final, me temo, somos casi todos


Preguntas:
1. Resumir el contenido del texto y señalar el tema.
2. La modalización
3. Comentario: ¿Hay que limitar los comentarios sobre la vida  privada de otras personas en los medios de comunicación  de masas?


Tema:
El censurable espectáculo mediático de la venta de la intimidad
Resumen
La intimidad  se ha convertido en un espectáculo social y mediático. Hombres y mujeres no dudan en prestarse a este juego ordinario y banal. Junto a los famosos, los periodistas y, finalmente, nosotros mismos constituimos un triángulo de complicidad necesario para ello.
Tipología
          Resulta relativamente fácil clasificar este texto como perteneciente al ámbito periodístico porque está abordando un tema de interés social y de relativa actualidad (la referencial al fenómeno de la prensa rosa y Gran Hermano). Eltema, de por sí complejo, está abordado con la premura que imponen los medios de comunicación. La referencia a los lectores también se puede encontrar (les juro).
            Por lo que al tipo de discurso que desarrolla, lo atribuiremos al argumentativo-expositivo. Hay una tesis (la venta de la intimidad se ha convertido en un espectáculo mediático) y una conclusión (nosotros somos el tercer vértice de ese triángulo vergonzoso de la venta de la intimidad), lo cual deja entrever su estructura de encuadre. Los ejemplos que así lo apoyan son ejemplos sociales conocidos de todos. A la parte expositiva le corresponden los famosos aludidos y, en términos generales, la referencia a los medios de comunicación.
            En cuanto al género, incluiremos al texto dentro del género de opinión, más concretamente al artículo de opinión o columna, dado que hay un tratamiento subjetivo (les juro), un léxico valorativo (verborrea, vampiros, menganita), un plural inclusivo (somos casi todos) y un tono desenfadado dirigido a los lectores (les juro).
     Las funciones que predominan son la expresiva (la condena taxativa del autor) y la apelativa (en el deseo vehemente por hacérselo ver así a los lectores). Está escrito en un castellano estándar y formal, por exigencia del propio medio, y su registro es medio porque va dirigido al público en general. Los coloquialismos que aparecen se deben a una cuestión de estilo dentro del propio género.

miércoles, 24 de abril de 2013

Propuesta de solución para un texto: FANTASMAS ENTRE LAS PÁGINAS.



Fantasmas entre las páginas

               No tengo ex libris, y nunca quise tenerlo. El ex libris, como saben ustedes, es una etiqueta o pegatina impresa que se adhiere a una de las guardas interiores de los libros de una biblioteca, para identificar a su propietario. Es costumbre bonita y antigua, y algunos ex libris son tan hermosos que hay quien los colecciona. Alguna vez un amigo artista se ofreció a hacerme uno, pero nunca acepté. Tengo mis ideas sobre la propiedad de libros y bibliotecas, y están relacionadas con lo efímero del asunto. He visto muchos libros arder, biblioteca de Sarajevo incluida, y comprado demasiados libros viejos como para hacerme ilusiones al respecto. Si es cierto que todo en esta vida lo poseemos sólo a título de depósito temporal, los libros son un recordatorio constante de esa evidencia. Creo que pretender amarrarlos a la propia existencia, al tiempo limitado de que dispone cada uno de nosotros, es un esfuerzo inútil. Y triste.
               Quizá sea ésa, la palabra ‘tristeza', la que mejor define el asunto. Como comprador y poseedor contumaz de libros usados, cazador de ojo adiestrado y dedos polvorientos en librerías de viejo y anticuarios, nunca puedo evitar que, junto al placer feroz de dar con el libro que busco o con la sorpresa inesperada, al goce de pasar las páginas de un viejo libro recién adquirido, lo acompañe una singular melancolía cuando reconozco las huellas, evidentes a veces, leves otras, de manos y vidas por las que ese libro pasó antes de entregarse a las mías  Melancolía absorta en las vidas anteriores a las que el libro que ahora tengo en las manos dio compañía, conocimiento, diversión, lucidez, felicidad, y de las que ya no queda más que ese rastro, unas veces obvio y otras apenas perceptible: un nombre escrito con tinta o la huella de una lágrima. Vidas lejanas a cuyos fantasmas me uniré cuando mis libros, si tienen la suerte de sobrevivir al azar y a los peligros de su frágil naturaleza, salgan de mis manos o de las de mis seres queridos para volver de nuevo a librerías de viejo y anticuarios, para viajar a otras inteligencias y proseguir, de ese modo, su dilatado, mágico, extraordinario vagar
               Por eso, como digo, no tengo ex libris. Por eso, del mismo modo que conservo con celo ritual cualquier reliquia de anteriores propietarios, dejando allí donde la encuentro la hoja o el pétalo seco de flor, la carta doblada, el dibujo, la tarjeta postal, en lo que a mí se refiere procuro, como quien borra con cuidado las huellas de un asesinato, eliminar todo rastro. Por desgracia, alguno es indeleble: dedicatorias de amigos, subrayados y cosas así. Pero el resto de evidencias procuro eliminarlas con impecable eficacia. Situándome con paranoia de asesino minucioso ante cada libro que abandono en un estante para cierto tiempo -tal vez para siempre-, reviso antes sus páginas retirando cuanto allí dejé durante la lectura: cartas, tarjetas de embarque, notas, facturas, tarjetas de visita. Sin embargo, cuando tras la última ojeada considero limpia la escena del crimen y estoy a punto de cerrar la puerta a la manera de un Rogelio Ackroyd dispuesto a enfrentarse al detective, no puedo evitar una sonrisa contrariada y cómplice. Sé que, pese a mis esfuerzos, un buen rastreador, un lector adiestrado como Dios manda, cualquiera de los nuestros, como diría el buen y viejo abuelo Conrad, sabrá reconocer en pistas sutiles -una nota escrita a lápiz y borrada luego, una mancha de lluvia o agua salada, una marca de tinta, sangre o vida- la huella de mis manos. El eco de mi existencia anónima en esas páginas que amé, y que me recuerdan.
                                                                                                                                                                                        Arturo Pérez Reverte
Resuma el contenido del texto y determine su tema  (2 puntos).
Justifique de qué tipo de texto se trata según la tipología textual, el ámbito de uso y el género textual, argumentando la clasificación  con, al menos, dos razones diferentes (1 punto).
Identifique los campos semánticos más relevantes del texto. Ponga ejemplos de las palabras que forma parte de los mismos e indique su relación con el tema del texto  (2 puntos).
Comentario personal sobre la importancia de la lectura y su papel en la formación de la persona, argumentando a favor o en contra y utilizando la expresión lingüística adecuadas, con coherencia y cohesión, riqueza léxica, variedad sintáctica y corrección ortográfica (3 puntos).


Tema. Tras el inevitable rastro de todo lector  de un libro
             El interés por las huellas  personales de todo lector de un libro
Resumen: No hace falta un ex libris para dejar huella de la propiedad de sus libros, asunto banal. Más interesante es que todo lector deje su rastro personal de su lectura. Al autor le gusta conservar las huellas voluntarias que los lectores han dejado en los libros usados que compra. Él, sin embargo, se esfuerza por borrar sus “su pasos”, aun sabiendo que los ulteriores lectores  los descubrirán.
Tipología.
                A simple vista podemos darnos cuenta de que el artículo viene firmado por Pérez Reverte, conocido escritor y colaborador habitual de la revista XL Semanal, en donde tiene una sección fija que se llama Patente de corso. El tema que aborda, en este caso no hace referencia a la actualidad inmediata dado que es una publicación semanal. Se trata de una artículo ligero dirigido al público en general (como saben ustedes, l. 1) redactado en un castellano estándar y formal, exigido por los medios de comunicación. Por tanto, pertenece al ámbito periodístico.
               La referencia a los lectores ya mencionada, los esfuerzos por hacerse entender (por eso, por eso-l.17), el deseo de no parecer arrogante en sus afirmaciones (quizá sea ésa)) buscan convencernos de su tesis implícita: todo lector deja marcas de su lectura personal. La argumentación de la que se vale está basada en la propia experiencia personal y en su testimonio. Si entendemos que lo que quiere es generalizar su experiencia, hemos de concluir que sigue un razonamiento inductivo y, por tanto, lo clasificaremos como argumentativo-expositivo. La parte objetiva de todos los objetos y marcas que va encontrando pertenecen a la parte expositiva.
               El tratamiento personal que hace del tema (No tengo ex libris), la mezcla de oraciones largas y cortas (y triste-l.7), la combinación de un vocabulario amplio y la mención de referentes cultos (Rogelio Acroyd), personaje de una novela de Ágatha Christie, con expresiones coloquiales (como Dios manda) es representativo de los artículos de opinión de los periódicos y publicaciones semanales, en donde el autor goza de plena libertad para el tratamiento de sus temas.
               Por lo que a las funciones se refiere podemos decir que se alternan la expresiva, la apelativa y la poética, dada la amplitud de vocabulario y cuidado desarrollo del texto.

Identifique los campos semánticos más relevantes del texto. Ponga ejemplos de las palabras que forman parte de los mismos e indique su relación con el tema del texto.
     Llamamos campo semántico a aquel que está constituido por elementos homogéneos que en torno a una idea encontramos. En este caso no tenemos más que analizar el tema para deducir cuáles son:
Huella. Huella (l. 9), reliquia (l. 17), recordatorio (l. 6), pistas (l. 23), eco (l. 25)
Indicios: nota borrada, mancha de lluvia, mancha de agua salada, marca de tinta, etc.
Marcas voluntarias. Hoja seca, carta doblada, dibujo, tarjeta postal, etc.
Sentimientos: melancolía, diversión, lucidez, felicidad, etc.
                Como es obvio, el eje de todo el texto gira en torno a la idea de saber encontrar las huellas voluntaria o involuntariamente dejadas o borradas por el lector. Es el ulterior lector el que ha de convertirse en un detective para seguir los rastros de los sentimientos y emociones vividos por aquel.





La importancia de la lectura y su papel en la formación de la persona

               Antes de empezar a escribir sobre el tema, conviene limitar su propuesta. Nosotros entendemos que lo que se nos plantea es una lectura enriquecedora que vaya de acuerdo con el crecimiento de la persona en lo moral, humano e intelectual.
               Acotado así el tema, podemos afirmar que la lectura de libros o cualquier documentos que nos abra vías nuevas de entendimiento y nos lleve o nos descubra parcelas de la realidad desconocidas o abordadas con perspectivas nuevas redunda en el crecimiento intelectual de la persona.En este sentido la lectura es el medio más adecuado para transmitir las ideas y los conceptos reflexivos e íntimos. En los otros medios, por falta de espacio, tiempo u ocasión, no se puede hacer con la misma eficiencia. Es el soporte, el papel, donde radica una de sus mejores virtudes.
               Sin embargo, para que todo esto ocurra, es necesaria la voluntad de comunicarse con el autor y la curiosidad de uno mismo por estar abierto al relativismo del mundo. Leer no es sólo saber que la p con la a suena pa. Leer es comulgar con otros seres, transgredir normas, aventurarse en mundos y formas desconocidos, descubrir otras dimensiones y someterse al ritmo que las letras nos imponen: pautado, silencioso, reflexivo, personal e íntimo.
               En conclusión, la lectura nos ayuda a crecer y a entender el mundo complejo en que vivimos si somos medianamente críticos, selectivos con lo que leemos y abiertamente curiosos.

lunes, 15 de abril de 2013

Una propuesta de solución a NAVEGANDO EN INTERNET




Navegando entre lecturas
Todo eso de los blogs es un gran invento. Vaya por delante que yo no mantengo ninguno. No siento demasiada necesidad de comunicación con otros seres humanos y la de expresarme la solvento escribiendo libros o largándome con mis amigos a cenar o tomar birras. A lo mejor si abriera un blog no volvería a escribir nunca más porque ya solazaría mi espíritu intercambiando ideas con desconocidos. Para escribir este artículo he navegado sin embargo por Internet entrando en blogs de gente que da sus impresiones sobre los libros que va leyendo. Ha sido una experiencia muy instructiva (me he enterado de cómo funciona el asunto) y muy destructiva también (me he enterado del asunto propiamente dicho).
Mi conclusión es que existen varios tipos de personalidades literario blogueras, con las que incluso se podría crear una tipología, aunque hay dos que se repiten con mucha más frecuencia. La primera la conforman los blogs de gente sin ninguna ínfula intelectual que deja constancia de las emociones que les han causado las novelas (suelen ser siempre novelas) que acaban de terminar. Cuentan el argumento, hacen un resumen de lo que les ha llamado más la atención, entresacan algún personaje concreto, incluso algún breve fragmento. Por último, dan su opinión de un modo sencillo, utilizando el tan genérico: «me ha gustado porque?» o «me ha decepcionado porque?» Si el cómputo final es positivo, recomiendan la obra a sus seguidores. La segunda categoría dominante es la de los lectores blogueros que se convierten en críticos literarios con veleidades profesionales. A menudo hacen alarde de un vocabulario florido e imitan en cierto modo las reseñas de los suplementos culturales de los periódicos. Sus juicios finales suelen ser en este caso tajantes y apocalípticos. Si la novela (también tratan siempre novelas) es digna de elogio, éste se eleva hasta la estratosfera de lo sublime; pero si el autor merece su desprecio no habrán visto ustedes menor piedad ni en la antesala del infierno. Lo más curioso y escalofriante es que sientan cátedra (para algo están en su blog) armados con arsenales bastante pobres: en mi navegación he visto confundir conceptos como 'autor' y 'narrador', 'verdad' y 'verosimilitud', 'autobiográfico' y 'punto de vista en primera persona'. También he encontrado una nada desdeñable cantidad de faltas de ortografía. ¿Qué hacer?, ¿hacia dónde mirar?, ¿es justo el resultado?, ¿es esto la democratización de la cultura? No tengo ni la menor idea, pero me pone los pelos de punta. Supongo que si hay blogs sobre Medicina los galenos estarán a punto de abrirse las venas.

                                                                             ALICIA GIMÉNEZ BARTLETT
Tema
Análisis crítico  de los blogs literarios
Cuestionamiento de la crítica literaria en los blogs de Internet
Resumen
Al navegar por Internet se da uno cuenta de cómo funcionan los blogs. Los literarios se pueden básicamente reducir a dos: los sencillos, que se  limitan a una pequeña crítica  y a una simple valoración, y los presuntuosos, que se prodigan en juicios grandilocuentes  acompañados, frecuentemente, de faltas ortográficas y términos erróneos.
Tipología
                No nos cabe ninguna duda de que pertenece al ámbito periodístico porque un tema muy amplio (la clasificación de los blogs literarios) se despacha en un espacio muy reducido. Esta reducción sólo se explica por la exigencia de un medio como es la prensa escrita. Otro factor que así lo explica es el vocabulario relativamente moderno que encontramos (blog, bloguero, Internet, etc.). Por otra parte, el que una escritora de la talla  Carmen Giménez Bartlett se preste a plantear tan superficialmente este tema sólo se puede explicar desde el punto de vista de una colaboradora de un periódico o revista semanal.
               La constante referencia al yo en el texto (no mantengo, supongo, he navegado, etc.)
permite asignarlo al género de opinión, más concretamente al artículo o columna. El ´léxico abiertamente valorativo (tajantes y apocalípticos, curioso y escalofriante, etc.). La convivencia del léxico culto ( ínfulas, veleidades, sublime, galenos) con el coloquial (largándome, birra) también nos reafirma en nuestra opinión. Asimismo, la convivencia del estilo segmentado (hay muchas oraciones simples) con el cohesionado es otra prueba añadida de lo que decimos. La referencia a los lectores (ustedes) y, finalmente,  el orden sintáctico de  la frase que, obviamente, adelanta los elementos subjetivamente más interesantes (para escribir…, vaya por delante…, etc.) nos reafirma en lo que decimos.
     En lo que se refiere al tipo de texto, lo clasificaremos de argumentativo expositivo, La exposición se ciñe a establecer la tipología de blogs y lo argumentativo a la parte valorativa de esos blogs, ya mencionada más arriba). Quiere  informar, prevenir  y convencer a los lectores de la escasa fiabilidad de ellos, que es la conclusión a la que llega. Para ello se vale de ejemplos  encontrados en Internet. Otra prueba innegable son los esfuerzos que dedica a aclarar a los lectores (con frases entre paréntesis)  e implicarlos con preguntas retóricas. Por tanto, las funciones que predominan son la expresiva y apelativa.
               El registro es medio-culto, estándar (por ausencia de dialectalismos o localismos) y formal (en cuanto a la corrección y presentación), aunque intencionadamente deje colar algunos coloquialismos de estilo.